GRAN VILLA/CASA DE CAMPO DE PIEDRA, tradicional de la región de Galicia. Es una joya del siglo XVIII muy bien restaurada, con parcela de 37.000m², y ubicada a tan solo 3 Km de Melide (A Coruña), EN EL CAMINO DE SANTIAGO.
Tiene la ventaja de estar muy bien comunicada, a 20 min. del aeropuerto de Santiago de Compostela por autovía, y goza de estar entre otras casas que son primeras residencias y que por tanto dan mucha vida a la aldea. Hay vecinos próximos sin restarle por ello intimidad, ya que la muralla y la enredadera aíslan y acercan.
La casa principal de este conjunto rústico consta de 250m² en la planta baja (salón con billar y salida al jardín, comedor con chimenea, amplia y práctica cocina, despensa anexa, zona de lavandería y dormitorio con baño en suite) y 150m² en la primera planta (4 dormitorios, 2 baños y el gran balcón, además de un espacio sin restaurar y de buen tamaño para que sea la biblioteca, otro salón, otro dormitorio en suite con vestidor, una sala de juegos o lo que la imaginación evoque). Está en una finca totalmente cerrada de cerca de 4 hectáreas (parte es urbanizable) en la que se han tratado con mimo el espléndido horreo, el lagar, el lavadero y la fuente, todo igualmente restaurado, y un pajar de 250m² en dos alturas con muchas posibilidades como casa de invitados. Para hacerlo vivienda y dedicar la casa grande a hotel rural la idea es encantadora y totalmente factible.
La bonita finca, bordeada por la carretera secundaria de acceso a Melide a una distancia suficiente para que no perturbe la tranquilidad del jardín, dispone de un manantial y 2 estanques que la hacen apta para cualquier actividad. Que tenga una CASITA DEL ÁRBOL supone un aliciente cariñoso para las familias con niños que quieran hacerlos plenamente felices.
Hay que decir con agrado que en esta casa se respira una calidad de vida extraordinaria. Tanto el hogar en sí como el espléndido y sencillo jardín, la terraza posterior, el precioso balcón, el porche de entrada, el camino de acceso, cada pequeño detalle que vemos alrededor…
TODO AQUÍ ESTÁ PENSADO PARA DISFRUTAR, relajarse, respirar, y hacerlo aprovechando la luz, la brisa, los silencios. Se imagina uno oyendo los pájaros mientras desayuna en la mesita bajo el árbol o cenando en familia en la terraza techada con el atardecer cayendo en el horizonte. Sus propietarios la tratan con el pleno cuidado que merece una construcción con tanto recorrido y se han esmerado en preservarla en las mejores condiciones. Da gusto ver lo que han hecho. Ahora la venden con el sabor agridulce de tenerla más vacía pero orgullosos de pasarle este magnífico legado al nuevo propietario que la aprecie con cariño.
+++ La proximidad del Camino de Santiago es un aliciente importantísimo para pensar en abrir una casa rural con encanto.