El histórico Castillo de Creixell, construido en el siglo XI, se alza majestuosamente sobre una prominente colina que domina el resplandeciente mar. En las últimas décadas, ha servido como residencia de verano privada y ahora está listo para una nueva vida como una casa de vacaciones única, hotel boutique, restaurante o lugar de eventos.
El castillo no solo ofrece impresionantes vistas panorámicas de la costa mediterránea, sino también de las suaves montañas circundantes, completando así la imagen de un entorno idílico. Desde aquí, se puede disfrutar de la tranquilidad y el encanto de tiempos pasados.
Historia:
Fuentes medievales indican que el castillo pertenecía al Monasterio de Cluny, un monasterio benedictino, alrededor de 1015-1022. El nombre actual aparece por primera vez en el siglo XII. En 1572, pertenecía al Priorato de Sant Pere de Caserres, cuando murió el último prior, y el rey Felipe II unió el monasterio y el priorato al Colegio de Jesuitas de Barcelona. De esa época también proviene el emblema de los jesuitas sobre la puerta de entrada. En 1767, el rey Carlos III expulsó a los jesuitas y el castillo pasó a formar parte del patrimonio real.
La estructura militar, aún claramente visible hoy en día, data de los siglos XVI y XVII, cuando se necesitaba reforzar las defensas contra los frecuentes ataques de piratas.
Descubre las vibrantes historias ocultas detrás de los antiguos muros. Según cuentas históricas, la reina Isabel de Castilla se alojó aquí durante uno de sus viajes reales en el siglo XV, bendiciendo el castillo con su presencia real. La cama original en la que se supone que durmió todavía se encuentra en una de las habitaciones. Este majestuoso encuentro añade otro capítulo glorioso a la ya rica historia de este castillo, que resuena a través de sus muros hasta el día de hoy.
El Castillo de Creixell no solo es una joya histórica, sino también una obra maestra arquitectónica. Su construcción única en piedra seca, reconocida como patrimonio cultural inmaterial desde 2018, le confiere una belleza y autenticidad incomparables.
Ubicación:
El castillo está ubicado en el corazón de Creixell, un pintoresco pueblo costero medieval en la encantadora Costa Dorada en la provincia de Tarragona/Cataluña.
A solo 5 minutos en coche de la hermosa playa de arena. Desde aquí, se puede llegar al aeropuerto de Barcelona en solo 45 minutos en coche y a la capital provincial de Tarragona en 20 minutos.
Tarragona ofrece a los visitantes una gran cantidad de cultura, historia, delicias culinarias y paisajes. También impresiona con un gran puerto deportivo y un fascinante centro histórico romano, impregnado de historia e invitando a pasear tranquilamente.
Las regiones vinícolas de Penedés, Montsant y Priorat bordean el castillo, ofreciendo vinos y cavas de primera calidad. El Delta del Ebro, famoso por su naturaleza única y gastronomía, también está a solo una hora en coche.
Los alrededores inmediatos también ofrecen una variedad de otras atracciones, incluidos los hermosos pueblos costeros de Torredembarra, Altafulla y Sitges, que ofrecen gastronomía, cultura y relajación. Dos campos de golf cercanos y un parque temático único, PortAventura, completan la oferta de ocio.
Distribución:
El castillo es accesible a través de un camino empedrado que conduce directamente al vestíbulo. Desde aquí, los caminos conducen a varias áreas del castillo, incluida la capilla, una pequeña prisión, el patio y la escalera principal que conduce a los pisos superiores.
Estos pisos actualmente ofrecen nueve dormitorios, tres baños, un salón espacioso, así como una cocina abierta con un comedor adyacente. Además de la encantadora galería y la espaciosa terraza en la azotea con vistas al mar, el castillo cuenta con una torre de aproximadamente 49 metros de altura, una biblioteca, una bodega y un patio con una fuente.
Sumérgete en los secretos detrás de los antiguos muros mientras paseas por las ruinas medievales. Cada rincón del castillo guarda historia y leyendas, desde la imponente torre hasta los pasajes ocultos que una vez estuvieron conectados a la costa y las torres de defensa exteriores. Todas las fachadas, excepto la fachada oeste, están coronadas con almenas.
Los terrenos del castillo también incluyen un jardín y un edificio anexo, que data del siglo XIV y alberga un molino de aceite.
Los muebles actuales, decoraciones, pinturas, armaduras de caballero, etc., se pueden adquirir previa coordinación.
Protección del patrimonio:
El castillo está registrado como monumento en el "Registre de Béns Culturals d’Interès Nacional" de la Generalitat de Catalunya.
Esta declaración conlleva una serie de derechos y obligaciones para los propietarios: el derecho a la exención total del impuesto sobre bienes inmuebles, una reducción del 95% en el impuesto sobre sucesiones y adquisiciones de por vida (impuesto sobre bienes inmuebles), la posibilidad de recibir subvenciones, etc. Entre las obligaciones está el deber de preservar, no se permite la demolición. Se permite el cambio de uso (excluyendo grandes operaciones comerciales o industriales).